La construcción de pilares forma parte del proyecto de castellanización del urbanismo de Granada emprendido por los Reyes Católicos tras la conquista de la ciudad y desarrollado a lo largo del XVI y el XVII. Junto a pilares ejecutados por grandes artistas como el pilar de Carlos V en la Alhambra, trazado por Machuca o el Pilar del Toro, trazado por Siloé y ubicado ahora en la Plaza de Santa Ana, existen otros numerosos pilares asociados al uso de un espacio como lugar público, como ocurre con el primer pilar del que existe constancia escrita y que se habría erigido ya en 1518 en la zona del Campo del Príncipe. Este pilar no existe en la actualidad.
En la Edad moderna los pilares de agua en la vía pública eran mucho más que un elemento decorativo. Se concebían como un instrumento para el abastecer de agua corriente a los ciudadanos que no la poseían dentro de sus casas, de manera que muchos de ellos tenían que ir con cántaros varias veces al día. Además del uso humano, daban de beber a los animales de carga que llegaban a la ciudad cargados de mercancías para vender. Los pilares de mayor tamaño a veces tenían dos pilas independientes, una para el uso humano y otra como abrevadero. Para facilitar este servicio se habilitaban pilares junto a las puertas de la ciudad. Por ejemplo en la calle Elvira, muy cerca de la puerta del mismo nombre existe desde el siglo XVII un pilar muy sencillo con una pila muy larga y baja, sin duda para un fácil acceso de los animales. En Puerta Real se hizo otro pilar a solicitud de los vecinos del barrio de S. Antonio para evitar que los animales que venían a la alhóndiga bebieran del pilar que tenían ellos para su uso.
La creación y uso de pilares se dilata hasta el mismo siglo XX cuando los sustituye el agua potable. Es raro encontrar un barrio sin ningún ejemplo. Aparecen pilares adosados a los templos pero que participan más del espacio público que del recinto sagrado. Los hay en cuestas, para disfrutar de ellos no sólo los vecinos sino los transeúntes acalorados en las tardes de verano, en plazas y plazuelas, en amplias calles y en callejones de difícil acceso.
En Granada nos
encontramos con muchas cosas típicas de la ciudad como son: la cerámica
granadina, la artesanía de Taracea, los farolillos granadinos, el empedrado de
sus calles, los patios con sus galerias de madera oscura y sus fuentes y por
supuesto los pilares o pilonas que nos encontraremos por cualquier calle de
Granada y que a lo mejor no nos llama mucho la atención, pues estamos
acostumbrados a verlos, pero que hay muchos y de todo tipo más sencillos y más elaborados
y famosos, algunos tienen agua fresca con la que deleitan a los paseantes y
otros en cambio están secos, pero todos forman parte de la fisonomía de esta
ciudad.
Aquí hablaremos sólo de
los que podemos ver por la calle y al final diré algunos que aunque se
encuentran en recintos cerrados están en el exterior.
La
forma de los pilares de la ciudad era de lo más variada. Había tan sencillos
que apenas si era un caño adosado a la pared y una pileta para recoger el agua
y otros que rozaban la monumentalidad.
- En la Puerta del Perdón, Catedral, por la calle Cárcel Baja.
Este
pilar, situado junto a la Puerta del Perdón, en la calle de la Cárcel Baja,
construido con mármol blanco de Macael el año 1667, consta de tres cuerpos
separados por pilastras y en cada uno un caño: el central con un mascarón
(encima de él hay un jarrón con flores labrado en el mármol) y los de los lados
con algabas. Termina con una cornisa recta en los extremos pero de forma
triangular en el centro.
El pilar está consagrado a la Virgen
María y pertenece a la ruta Sacra que enlazaba la Catedral y a través de la
calle San Jerónimo llegaba hasta extramuros de la ciudad, al Hospital de San
Rafael y al Monasterio de San Jerónimo.
- Pasaje Diego de Siloé, al lado de la entrada para visita turística de la Catedral.
Tiene un
mosaico que dice: “El Excelentísimo Ayuntamiento de la ciudad de Granada,
abrió y realizó este pasaje dedicado al arquitecto
Diego de Siloé. El año 1982”.
- Calle Oficios, por la Gran Vía.
Entrando a la Calle Oficios, por la Gran Vía, nos
encontramos un pequeño jardín entre rejas, y ahí en un lado hay un pequeño
pilar de piedra muy sencillo que apenas se ve por la hiedra que hay en la
parte superior, es de pila cuadrada y un solo caño.
- Compás de San Jerónimo, Calle Gran Capitán, jardín de naranjos delante del monasterio. Data de 1565.
El pilar público de Gran Capitán o de
San Jerónimo ha estado en varios lugares antes de su actual emplazamiento que
fue en 1940, junto al ábside de la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo.
Para la fecha de edificación del pilar
contamos con la cartela que centra el frontal:
“LOS MUY ILVSTRES
SEÑORES GRANADA MANDO HAZAR ESTA OBRA SIENDO CORREGIDOR EL MVY ILVSTRE SEÑOR
DON FRANCISCO HERNANDES DE CORDOVA. 1565.”
La estructura de este pilar de piedra es
muy sencilla. Está compuesto por una pila rectangular, sin adorno alguno, con
borde recto y un frontis de la misma forma coronado por un frontón triangular.
En el panel central está la referida cartela encima de otra más pequeña y
circular que hace referencia a una restauración de finales del siglo XVIII.
Dice así:
“Se renobo/Este pilar
siedo/Corregr . El M.I.S /D. Josef Quey/Po de Llano. 1790.”
Este círculo aparece en una franja más
resaltada del resto del frontal, a modo de pequeño zócalo, donde también se
ubican los dos mascarones que expulsan sendos caños de agua. Dos pilastras
adosadas enmarcan el cuerpo central del pilar y soportan el frontón. Una
granada con tallo e inhiesta es la única decoración de esta coronación.
Este pilar es interesante porque aunque
es muy sencillo en su estructura y decoración es un buen ejemplo para explicar
el deseo de representación pública por parte del Cabildo, en él sólo aparecen
inscripciones alusivas a la actuación del poder municipal y la granada como
símbolo de la ciudad.
Pilar en Compás de San Jerónimo, de 1565 |
Pilar con el ábside de la Iglesia del Monasterio de San Jerónimo |
- Pilar de la Calle San Jerónimo enfrente del Colegio de San Bartolomé y Santiago.
La estructura de este pilar es muy sencilla. Está compuesto
por una pila rectangular, sin adorno alguno, con borde recto y un frontis de la
misma forma coronado por un frontón triangular con una granada con tallo e
inhiesta como única decoración.
En el panel central tiene una cartela encima de otra más pequeña y circular (en ninguna de las dos cartelas hay nada escrito). A cada lado de la circular se ubican los dos mascarones que expulsan sendos caños de agua. Dos pilastras adosadas enmarcan el cuerpo central del pilar y soportan el frontón.
En el panel central tiene una cartela encima de otra más pequeña y circular (en ninguna de las dos cartelas hay nada escrito). A cada lado de la circular se ubican los dos mascarones que expulsan sendos caños de agua. Dos pilastras adosadas enmarcan el cuerpo central del pilar y soportan el frontón.
Es muy parecido, por no decir igual, al
que hay en Compás de San Jerónimo, por lo que me hace pensar si no es una copia
del anterior, pues este se ve más nuevo y en los espacios de las cartelas no
hay nada escrito.
- Pilar de la Normal: o Pilar de Berta Wilhelmi (Berta Wilhelmi (1858-1934) fue una emprendedora alemana afincada en Granada que impulsó entre otros proyectos las primeras colonias escolares de la provincia y el famoso sanatorio antituberculoso de la Sierra de La Alfaguara).
Este pilar situado en la esquina de la
Gran Vía con la Avenida del Hospicio y adosado a la fachada de la antigua
Normal, fue donado a la ciudad de Granada por los herederos de Doña Berta
Wilhelmi medio siglo después de su muerte, cuando la antigua casa familiar del
Paseo del Salón iba a ser derribada con este hermoso y antiguo pilar en su
interior.El concejal Juan Tapia pidió que fuera regalado para el disfrute de
todos los granadinos y visitantes.
De sencilla traza y tres caños colocados de manera irregular, encima del central hay una cartela ovalada con extraños caracteres.
De sencilla traza y tres caños colocados de manera irregular, encima del central hay una cartela ovalada con extraños caracteres.
- Paseo de los Basilios, se encuentra en la fachada del Colegio de los Escolapios.
Pilar sencillo de tres caños dorados y
se encuentra enmarcado con un arco de ladrillo y dos farolillos a los lados.
- Plaza de San Juan de Dios, enfrente del Hospital.
- En la Plaza de la Caleta, al lado del Hospital
Pilar sencillo
de piedra de Sierra Elvira, con dos caños dorados enmarcados por unos círculos
y cornisa recta. Se encuentra sobre un escalón de ladrillo rojo, igual que la
pared en la que se adosa.
Por la Alhambra:
- Pilar de Carlos V, obra diseñada por Pedro Machuca y construida en 1545 por
Nicolao da Corte (conocido como pilar de las Cornetas en el siglo XVII).
Junto a la Puerta de la Justicia puede observarse un baluarte circular de
artillería desde el que desciende un muro en piedra labrada, ante el que se
talló una de las obras maestras del Renacimiento granadino, el Pilar de Carlos
V, con dos cuerpos de altura y composición tripartita centrada en torno a tres
mascarones surtidores. Estos son interpretados por algunos como símbolos de los
ríos de Granada: Darro, Beiro y Genil, y otros como el Verano, Primavera y
Otoño por tener sus cabezas coronadas con espigas, flores y uvas.
En el centro del segundo cuerpo existe una cartela con inscripción alusiva
al Emperador Carlos V, flanqueado por pilastras que acogen las armas de Borgoña
y Lorena con las columnas de Hércules. Se remata con un ático de medio punto en
cuyo tímpano está esculpido el escudo imperial.
El muro sobre el que se apoya el pilar, presenta cuatro medallones tallados
con personajes mitológicos alusivos todos ellos al Emperador y a la Orden del
Toisón.
El pilar está enclavado en el cubo de defensa hecho en 1568 para protección
de la próxima puerta de la Justicia, actualmente una de las entradas
principales de la Alhambra.
Pilar de Carlos V o de Las Cornetas, del siglo XVII |
Pilar con el baluarte circular y la Puerta de la Justicia |
detalles de los mascarones que adornan el pilar:
Con espigas |
Con flores |
Con uvas |
- Pilar a Washington Irving, en la Alhambra, al lado de la Puerta de la Justicia.
Tiene una inscripción:
“Granada a Washington Irving 1859-1959”
- Pilar en la Puerta de las Granadas, ya en el recinto de la Alhambra.
Es del año 1835
tal como pone en una inscripción.
Es de los pocos que hay policromados, el frontal es de mármol color salmón y de ahí salen los dos sencillos caños,
Es de los pocos que hay policromados, el frontal es de mármol color salmón y de ahí salen los dos sencillos caños,
- Calle Almanzora Alta, por la Cuesta de Gomérez
- Antequeruela alta, al lado de la entrada ala Casa-museo de Manuel de Falla.
Pilar de piedra de Sierra Elvira con pila rectangular panzuda y frontal con
dos mascarones que expulsan el agua por la boca, sobre la cornisa recta hay
tres bolas de piedra.
- Iglesia Santa María de la Alhambra, detrás y cerca de la casa museo de Ángel Barrios.
- Casa de la Estafeta, explanada antes de la Calle Real de la Alhambra.
Este pequeño pilar de piedra
de Sierra Elvira con pila abombada y el frontal con un mascarón que expulsa el
agua pos la boca, encima la cornisa recta.
- Carril de Carros, camino que va hasta la Puerta de Carros.
Sencillo pilar de piedra, totalmente cuadrado y dos
caños en el frontal rematado por una cornisa recta.
Por el Albaicín:
- Pilar del Toro: Es de mediados del siglo XVI y la última obra de Diego de Siloe.
En la actualidad ocupa un ángulo
de Plaza Nueva entre el costado de los juzgados y el atrio de la iglesia de
Santa Ana y S. Gil. Pero no siempre estuvo aquí. Estaba situado con
anterioridad en el encuentro de las calles de cárcel Baja y de Elvira, junto al
comienzo de la Calderería. En 1940 se trasladó aquí. Es un pilar
realizado en piedra de Sierra Elvira.
Su diseño es sencillo pero muy elegante. Consta de una pila rectangular con
la característica tendencia panzuda de la parte inferior y remate en cuarto de
bocel. El frontal de pilar presenta dos originales figuras masculinas
semidesnudas, de cuerpo entero, sentadas casi simétricamente en el borde del
pilar, con las piernas cayendo fuera del pilón. Sobre sus fornidos hombros
sostienen dos cántaros de donde surgen los caños de agua. En medio, presidiendo
el conjunto, destaca una fabulosa talla en piedra de una cabeza de toro,
enmarcada por dos lápidas laterales, y de cuyo hocico surgen otros dos caños
surtidores (en lugar de por la boca, como suele ser). Abajo un bajorrelieve
acoge una pareja de peces en movimiento. Un escudo de Granada antiguo, coronado
con volutas y un jarrón con flores y frutas, remata el conjunto de esta
bellísima fuente urbana.
Antes le llamaban de los Almizcleros y se surtía con agua de Valparaíso.
Pilar del Toro del siglo XVI |
Iglesia de Santa Ana y Pilar |
Antiguo escudo de Granada, en el frontal del pilar |
El toro, que le da nombre al pilar |
- Pilar de la Calle Elvira. Muy cerca de la Puerta de Elvira se halla un pilar bastante singular.
El pilar consiste en una pila rectangular,
de pared a pared, que tiene unos sencillos rectángulos consecutivos y una
granada en el panel central son toda su decoración. Los caños salen de unos
mascarones que se adosan a las paredes laterales separándose del muro gracias a
una pequeña placa de piedra. Un paño de piedra de la Sierra de Elvira
cierra el frontal en un retranqueo en la fachada posterior. El frontal es la
pared de la vivienda. El muro sobresale un palmo en la mitad inferior. Desde
aquí arranca una hornacina protegida por un cristal y una barandilla con la
imagen en lienzo de Nuestra Señora de las Angustias. El altarillo se ilumina
por las noches con dos farolillos actuales. Justo debajo de la imagen se
incrustó en el paramento una losa de mármol blanco con la siguiente leyenda:
“GRANADA MANDO
REDIFICAR ESTE PILAR SIENDO CORREXIDOR EL SEÑOR D. DIEGO DE SALVA TIERRA Y DEL
BURGO CAVALLERO DEL ORDEN DE SANTIAGO SEÑOR DE LA VILLA DE SALVATIERRA DE
FRANCIA REGIDOR PERPETUO DE LA CIUDAD DE SALAMANCA ADMINISTRADOR Y
SUPERINTENDENTE GENERAL DE TODAS LAS REALES RENTAS DE SUMAGESTAD DE ESTA
CIUDAD Y SU REINADO. AÑO 1671.
Pilar de 1671 |
Hornacina con Virgen de las Angustias |
- Pilar del Puente de Cabrera o de Santa Ana.
Nos lo encontramos
pasando el Puente de Cabrera hacia el Barrio la Almanzora o por la calle Santa
Ana, al lado de la iglesia de Santa Ana, hasta llegar al puente, aparece este
pequeño y gracioso pilar, de piedra la pila y ladrillo el frontal, con un caño
seco en el centro pues no tiene agua.
- Convento de Santa Catalina de Zafra,
Pilón delante del Convento de Santa Catalina de Zafra
en la Carrera del Darro, de mediados del siglo XVI.
Pilar sencillo de piedra de un sólo
caño, con frontis y cornisa plana.
Convento de Santa Catalina de Zafra y pilar |
Pilar del siglo XVI |
- Plaza de San Nicolás
Es un pilar de piedra sencillo de dos
caños que durante un tiempo estuvo adosado al aljibe de San Nicolás por
delante, más tarde estuvo adosado a la pared de la iglesia en la Plaza
Cementerio de San Nicolás y en la actualidad se encuentra adosado a la parte
posterior del aljibe.
- El pilarejo de Ágreda , llamado así por estar cerca de la Casa de Ágreda.
Está situado al
final de la Cuesta de Santa Inés, calle perpendicular entre la Carrera del
Darro y la calle San Juan de los Reyes.
Es un ejemplar muy sencillo. De pequeño tamaño y realizado totalmente en
piedra de Sierra Elvira, plantea una pila de perfil ondulado y borde a bocel.
Ocupan el frontis dos rostros de mancebos con cabello ondulado, grandes ojos y
boca abierta con caños. Los franquean pilastras muy simples que sostienen una
cornisa recta.
- Cuesta de San Gregorio, enfrente de la Iglesia de San Gregorio Bético.
El pilar es de piedra rectangular con un frontal de dos caños sencillos y
una pequeña cornisa recta.
Pilar de la Cuesta de San Gregorio |
Pilar con la torre de la iglesia de San Gregorio |
- La Placeta de los Carvajales: Uno de los miradores con más encanto del barrio del Albaicín, desde el que se tiene una vista privilegiada de la Alhambra.
La placeta de los Carvajales con la alberca central o el pilar con
tres caños que se encuentra justo debajo de la plaza. Los tres caños no
salen de un frontal común, como ocurre en todos los pilares, si no que están
independientes unos de otros, salen de la propia pared encima de la cual está
el mirador.
- Placeta de Gloria
El pilar se encuentra en una plazoleta, al final del callejón de
Gloria, lo primero que vemos es una escultura de George Apperley, pintor
inglés que llegó a Granada en 1917 y se enamoró del Barrio del Albaicín,
viviendo en un carmen cerca del Mirador de San Nicolás, estaba a favor de
Alfonso XIII y en 1933, con la llegada de la segunda República, se vio
obligado a irse a Tánger donde estableció su residencia y murió en 1960.
Con este gesto, el Ayuntamiento ha hecho honor a la memoria de uno de los
pintores que más ha hecho por difundir la imagen del Albaicín durante el siglo
XX. Sus pinceles no dejaron escapar ninguno de los rincones más pintorescos que
tiene este barrio.
Este conjunto también se adorna, en su parte posterior, con la base de un
pilar antiguo aportado por el vecino José Molina, cuyo frontal lo forma un
resto de piedra recuperada del pretil del cercano río Darro.
Pilar en la Placeta de Gloria |
Pequeña escultura de George Apperley detrás del pilar |
Escultura de George Apperley |
- Fuente del Aceituno
Recuerdo de la
pequeña Mezquita del Aceituno que junto con una torre árabe dominaba en sus
tiempos la zona, hasta que la invasión francesa destrozó gran parte de aquello.
Se trata de un típico y simple pilar granadino, pero con una cierta gracia dada
por su disposición sobre plataforma. Se encuentra en el Cerro de San Miguel en
un lateral de la Iglesia de San Miguel Alto.
El pilar de pila un poco abombada tiene un frontal con un mascarón del que
sale un caño de agua por la boca, a su lado unas volutas y encima una pequeña
cornisa recta sobre la que se encuentran tres azulejos de cerámica granadina y
sobre ellos el nombre de la fuente también en cerámica.
Pilar adosado en un lateral de la Iglesia de San Muguel Alto |
Fuente del Aceituno |
- Fuente del Avellano
En otros tiempos fue muy importante en la vida
de los granadinos ya que desde ella acarreaban los aguadores el agua para beber
de la mayoría de los ciudadanos, también y debido a ello, ha sido muy elogiada
en poemas y cantares. En su día, incluso punto de encuentro de ilustres
granadinos que en torno a ella, formaron unas tertulias y de estas nació la
Cofradía del Avellano, fundada por el Ángel Ganivet.
La Fuente del Avellano, envuelta en leyendas, era realmente, entre finales
del siglo XIX y principios del XX, el lugar de reunión del grupo literario de
la Cofradía del Avellano, fundado y presidido por el famoso escritor e
intelectual granadino Ángel Ganivet, precursor ideológico de la Generación del
98, embajador de España en Finlandia, y prolífico autor de libros tan logrados
como Granada la bella (1896), Cartas finlandesas (1896) y el interesante ensayo
Idearium español (1898), en donde expresaba su deseos de regeneración para la
España del momento.
Desde este lugar se puede admirar el fabuloso paisaje del barrio del
Sacromonte en toda su amplitud y profundidad. La pintoresca fuentecilla se
abastece de las filtraciones naturales que manan de las porosas tierras
arcillosas de la colina –formación geológica Alhambra–. Hoy cuenta con un pilar
sencillo adosado a un aljibe de mampostería semienterrado en la ladera. Arriba,
una leyenda en piedra comenta cómo en 1827 el XXIV Caballero Don José Martín le
dio su actual aspecto, mientras un azulejo de 1940 rememora las tertulias literarias
y filosóficas organizadas por Ganivet, durante las sesiones de su amada
cofradía del Avellano:
“En recuerdo de Ángel Ganivet genial escritor granadino, fundador
de la Cofradía del Avellano, que enalteció en su obra la belleza de este
paraje”.
El encanto de este paraje hizo que, desde la Edad Media, numerosos poetas y
viajeros quedaran fácilmente embrujados con él (Chateaubriand llegó a
compararla, en cierta ocasión, con las fuentes de Vauclause, por
ejemplo).Asimismo, la calidad proverbial de las aguas de su fuente es conocida
de sobra en toda Granada; antaño los aguadores vociferaban por las calles
“¡Aguaaaa del Avellanooo…!”, anunciando su precioso líquido, al que se llegaban
a conferir incluso propiedades medicinales, por momento casi milagrosas.
Por el Realejo:
- El Pilar de Escoriaza: de 1888.
Se encuentra en la Cuesta de Escoriaza
que es la calle que va desde el Paseo de la Bomba hasta el Realejo. La plaza
donde se ubica se llama Placeta Joe Strummer (líder y guitarrista de la banda
inglesa The Clash, uno de los pilares del punk rock reivindicativo de los 70 y
80, pasó largas temporadas conociendo la capital granadina, ciudad de que la
que quedó enamorado, a esta placeta se le puso su nombre por medio de una
iniciativa popular en 2011, y se aprobó por el Ayuntamiento en mayo de 2013).
Este pilar coge el nombre de la propia cuesta, que a su vez fue bautizada
con el apellido del empresario Nicolás de Escoriaza. Este vizconde era
propietario de la Huerta de Estefanía, un gran terreno que por propia
iniciativa abrió para que la cuesta discurriera a través de ella y conectara la
Alhambra con el Genil, hace un siglo ya. Y el pilar se construyó en 1888,
seguramente en un lugar donde ya habría un aljibe árabe, coincidiendo con el
sitio donde se encontraba la Puerta de los Molinos, por donde -dicen- subieron
los cristianos en 1492 a la toma definitiva de la Alhambra.
El Pilar es de mármol, según Gómez Moreno lo recuerda en su Guía de Granada
de 1892, estaba situado junto a la Puerta de los Molinos o de Guexar, la
séptima de las puertas, según Francisco Bermúdez de Pedraza. Tiene tres caños
sencillos y en el frontón superior, encima de la inscripción, hay una granada.
En el frontón del pilar hay una inscripción que dice:
“Reinando D. Alfonso XII, se construyó este pilar por recuerdo del Excmo.
Ayuntamiento de esta capital. Siendo su alcalde Presidente D. Mariano de Zayas
y Madrid. Año 1.888”.
Pilar de Escoriaza, de 1888 |
Pilar en la Cuesta de Escoriaza, hoy Placeta Joe Strummer |
- Pilar de Don Pedro, adosado a lo que hoy se conoce como Capitanía, en la Plaza del Padre Suárez, en el Realejo. Debe ser del siglo XVI.
Este pilar perteneció a D. Pedro de
Mendoza que lo realizó para una huerta de su propiedad. De su lugar original se
trasladó el pilar al Paseo del Violón en el siglo XVIII. En 1942, dentro de la
reforma llevada a cabo por Antonio Gallego Burín, se trasladó este pilar a la
Plaza del Padre Suárez, frente a la Casa de los Tiros y adosado al muro
oriental de Capitanía.
El pilar tiene un escudo que rompe y
centra el frontón, la pila es rectangular y perfil ligeramente panzudo con
remate recto; frontis de un solo cuerpo dividido en dos tableros remarcados y
en el centro de cada uno, un mascarón que expulsa el agua por la boca. Los
laterales del frontón triangular se enrollan en el centro para dejarle espacio
libre al escudo.
Hoy día este ejemplar gana en vistosidad
a estar adosado a un muro de color granate y dividido por falsas pilastras
color albero. En los paños que surgen de fraccionar la pared se han colocado
tres escudos: el real en el centro y el de la ciudad en los dos
laterales, también en piedra.
Pilar con el escudo de los Mendoza y en la pared el escudo Real |
Pilar con los tres escudos, el Real en el centro y el de Granada a los lados |
- Pilar de Fuentenueva (pues fue su creador) o Pilar de la Cuesta del Realejo como lo conoce la gente.
El viejo pilar renacentista de piedra de
dos caños, del siglo XVI, preside el arranque de la cuesta, a las espaldas del
Convento de Santa Catalina. Un vistoso azulejo de la Virgen de la Misericordia,
iluminada por farolillos típicos, protege esta fuente. La leyenda dice que, en
otros tiempos, cada Noche de San Juan, las mozas casamenteras venían a lavarse
la cara en este lugar, convencidas de que sus aguas milagrosas las harían más
guapas.
Su primera ubicación fue en la calle San
Juan de Dios.
Pilar y la Cuesta del Realejo |
Pilar de 1556 |
Debajo del mosaico de la Virgen de la Misericordia, hay una inscripción en piedra que dice:
”Granada mandó reedificar este pilar y sus cañerías en los años 1840 y 1841”.
- En el Campo del Príncipe
Entrando al Campo del
Príncipe y a la izquierda se encuentra este sencillo pilar de piedra, de pila
rectangular y ligeramente abombada, en el frontis tiene dos mascarones que
expulsan el agua por la boca y termina en una cornisa plana.
- Pilar de San Cecilio, en la esquina con la Calle Escuela, cerca de la Iglesia de San Cecilio.
El pilar de piedra de estilo renacentista, se encuentra un poco deteriorado y cosido con grapas de hierro. Fue
trasladado aquí en el siglo XX.
Es de 1891 según consta en una
inscripción que hay labrada en la propia piedra que dice:
“El Ayuntamiento de
Granada acordó construir este pilar en el mes de noviembre de 1891, siendo
alcalde accidental D. Luis Sanson Granados”.
- De la Torre de San Cecilio, es del siglo XIX y de los pocos que hay policromados.
Se encuentra al
pie de la torre de la Iglesia de San Cecilio en el barrio del Realejo.
Pilar rectangular de mármol blanco y
pila abombada con dos sencillos caños enmarcados en un círculo, a ambos lados
una franja de mármol color salmón así como un rombo que hay entre los caños, le
da un toque de color acorde con el resto de la fachada, y termina en un frontón
triangular de mármol color salmón sobre una cornisa.
Pilar al pie de la torre de la Iglesia de San Cecilio |
Pilar del siglo XIX |
- Pilarillo de la Cuesta de los Infantes:
Este pilarillo se
encuentra adosado a la tapia del Carmen del Mauron, en la calle Cuesta de los
Infantes, que termina en la calle Cruz de la Cuesta Berrocal y la Calle Paredón
de Jesús Penas.
Fue construido durante la Primera
República este sencillo pilar de piedra con un caño, empotrado en la pared y
enmarcado por dos pilastras de ladrillo y coronadas por un arco.
- Calle Aire Alta, en el cruce con la Cuesta del Realejo a espaldas del Hotel Alcubilla del Caracol.
Pilar sencillo de piedra y frontal con un solo caño central.
- Cuesta de los Molinos, casa-museo de Ángel Ganivet.
En la pared de la Casa aparece este relieve de su rostro y una inscripción
que no se puede leer. Y en otra pared hay un rótulo que dice:
"En el año
de 1965 se hizo esta obra, en ocasión del centenario de Ángel Ganivet, que
vivió en esta calle, y como homenaje del Ayuntamiento de la ciudad a tan
ilustre hijo".
- Pilarico del Vía Crucis, en la calle Paredón de Jesús Penas y adosado al Carmen de Maurón, en el Barrio del Realejo.
El pilar es un pilar seco que en algún
momento debió tener agua, probablemente manando del mismo vaso ya que no se
observa caño alguno en su bajorrelive. También puede ser que dicha pieza se
adosara en algún momento posterior al uso del pilar. Dicho bajorrelieve
representa una escena del descendimiento de Jesucristo. Es todo de ladrillo.
- Lavadero del Sol del siglo XVII.
Uno de los antiguos lavaderos públicos que en la actualidad
se mantienen en el barrio del Realejo, enclavado en la placeta homónima desde
la que se tiene una impresionante vista panorámica sobre los tejados de la
ciudad baja, en la que destacan especialmente la torre inacabada y la cúpula de
la catedral.
Su denominación procede de su cercanía al primitivo lugar que
ocupó la Puerta del Sol árabe, según los vecinos data de época judía y
permaneció en servicio hasta 1965, ya que su suministro era atendido por un
cañero específico.
Aparece como un templete cubierto por una armadura de madera
a dos aguas reforzada por tirantes internos y protegida al exterior con tejas
árabes, estructura que, realizada a imitación de las gráciles obras del siglo
XVII, aparece sostenida por seis columnas dóricas procedentes de una ermita
desamortizada que existió al Norte de la actual plaza.
Estos soportes apoyan en otros tantos pedestales
rectangulares, unos y otros realizados en piedra de Sierra Elvira (salvo dos de
ellos, que han sido rehechos en ladrillo), y todos ellos unidos mediante un
poyo bajo de cantos rodados unidos con cemento, que delimita un suelo enlosado
con barro cocido en forma de espina de pez en el que se incluyen unos canales
de evacuación originales y por tanto muy desgastados.
Uno de los rincones más encantadores es la Puerta del Sol,
antiguo lavadero situado en una bifurcación de calles desde la que se aprecia
el barrio con cierta perspectiva que permite desentrañar su trazado.