miércoles, 27 de noviembre de 2013

Antiguos Conventos reconvertidos

  •    Convento de Santa Paula ---- Hotel Santa Paula, en Calle Gran Vía de Colón, 31,
Antiguo Monasterio Santa Paula de Religiosas Jerónimas, del siglo XVI y estilo mudéjar y renacimiento.

El convento jerónimo fue erigido en 1513 para fomentar la cristianización de esta área urbana, próxima a la calle Elvira islámica. Si hacia la Gran Vía presenta un aspecto pulido, con leves retoques neoplaterescos –en las ventanas–, la parte trasera (calles Santa Paula y Portería de Sta. Paula) conserva aún vestigios de su pasado monástico, como la bella portada renacentista.

El antiguo convento se implantó sobre un conjunto de casas, algunas de las cuales se incorporaron al convento, por lo que conserva en su interior restos de casas moriscas del siglo XI, con elementos originales (patio, alfarje, capiteles califales).

La antigua iglesia sigue el modelo tipo cajón, cubierta con una armadura octogonal sobre pechinas aveneradas y una interesante capilla mayor. En su interior se encontraban las sepulturas de sus fundadores y de diversas religiosas que lo habitaban que van desde el siglo XVI al  siglo XX.

Al abrirse la Gran Vía de Colón, el convento perdió su huerto y se le dotó de una fachada historicista.

El Hotel Santa Paula se organiza alrededor de un patio con capiteles califales en cuyo entorno se encuentra el claustro central del Convento del siglo XVI y el restaurante “El Claustro”, ubicado en el refectorio del antiguo Convento de Santa Paula conservándose la estructura original. 

La Granada burguesa, la cristiana de la Reconquista y, por fin, la nazarí deambulan por esta adaptación. La geometría espacial y el minimalismo de la entrada, hermanados con el claustro renacentista y la capilla, hoy convertida en sala de reuniones,  al igual que el antiguo coro.

En verano, el claustro se convierte en un escenario para conciertos de música en vivo, desde jazz, bossa nova, trío de cuerda, guitarra….

Fachada del Hotel Santa Paula
Hotel AC Palacio de Santa Paula  (Granada) - Fachada
Detalle de las ventanas de la fachada
      



Patio del antiguo Convento de Santa Paula con
la espadaña de la iglesia
  
Portada renacentista del antiguo Convento de Santa Paula por la calle Santa Paula

  •    Convento de San Francisco ---- Parador de San Francisco
Situado en el recinto de la Alhambra, el convento de San Francisco fue una casa noble andalusí reconvertida en convento tras la toma de Granada. Conserva un patio andalusí con un balcón decorado con mocárabes de época nazarí. Actualmente es Parador de Turismo.

Parador de San Francisco, sobre el convento de San Francisco, instituido por voluntad real en 1.494 sobre un palacio nazarí, el palacio de los Infantes de Muhammad III (1303-1.309). Tras la Desamortización de Mendizabal los franciscanos abandonaron el monasterio en 1.835 siendo utilizado como cuartel en el siglo XIX, se recuperó de su ruina absoluta entre 1.927 y 1.936, para convertirlo en residencia de Pintores paisajistas. Más adelante en 1954 se instaló el actual Parador Nacional de Turismo.

Del convento queda el claustro de dos plantas con arcos soportados por columnas de mármol. En la planta baja se han instalado salones y uno de ellos es la conocida como sala Árabe, restos del palacio musulmán. La acequia original nazarí atraviesa el patio del claustro. En la planta superior estaban las celdas de los monjes que son las actuales habitaciones del Parador.

Antes de entrar al Parador hay un gran patio exterior con empedrado granadino y una pequeña fuente y un pilar, y en el interior hay dos patios con sus fuentes en el centro y el típico pilar adosado a la pared. tienen magníficas vistas al Generalife.

               
                                       Antiguo Convento de San Francisco, hoy Parador Nacional

  
                                           Patio interior con alberca árabe y fuente central

Al lado está lo que se llama Parador Museo, aquí se encuentra un rincón, hoy conocido como Patio de Isabel la Católica.

Del palacio árabe se conserva un espléndido mirador en la crujía septentrional con vistas al Generalife, delante de dicho mirador hay una maravillosa cúpula de mocárabes como las que extendió por la Alhambra Muhammad V lo que nos hace suponer que este sultán modificó el palacio árabe, el arco de entrada y los arcos correspondientes a los tres lados restantes conservan inscripciones del lema nazarí y alabanzas a Muhammad V. Debajo de la cúpula se encuentra las tumbas provisionales de los Reyes Católicos, pues se enterraron en este lugar hasta 1521 en se trasladaron a la Capilla Real. Las yeserías se asemejan a las de las salas de las Dos Hermanas y de los Abencerrajes.

El 12 de octubre de 1504, Isabel la Católica dictó testamento en Medina del Campo (Valladolid). En el documento expresaba su voluntad de ser sepultada en este modesto convento. Al cabo de un mes, el 16 de noviembre, la reina expiró y a los pocos días el cortejo fúnebre inició un penoso viaje de 23 jornadas, con fríos intensos y lluvias torrenciales que desbordaban ríos y arrastraban puentes. El cuerpo fue sepultado en este mismo lugar el 18 de diciembre.

El 6 de febrero de 1518 se sumaron a sus restos los del Fernando. Sin embargo, una vez terminada la Capilla Real, el Emperador Carlos dictó que los cuerpos de sus abuelos fueran allí trasladados, hecho que aconteció el 10 de noviembre de 1521.

Patio de Isabel la Católica
Lápida donde estuvieron enterrados los Reyes Católicos hasta 1521
   
  •     Convento de la Merced ---- Cuartel Militar, calle Acera de San Ildefonso
Antiguo Convento de la Merced  del siglo 1500 a 1699, estilo mudéjar.

Edificio del siglo XVI-XVII compuesto de iglesia y convento. Este último posee un claustro de grandes dimensiones que data de la primera mitad del siglo XVII. Tras un jardín anterior se llega al gran zaguán y de allí se pasa al claustro, que es cuadrado, peristilado en sus cuatro lados, con treinta y seis arcos de medio punto soportados por columnas de mármol de Sierra Elvira en cada lado. Gran fuente central y jardines. El piso superior está formado por ventanas con antepechos de ladrillo. Todos los huecos están enmarcados por paños del mismo material. Frente a la entrada está la escalera, en piedra, monumental, de tres tramos, con acceso por dos arcos rebajados sostenidos por pilastras. Tiene baranda de piedra y termina en un arco carpanel que da paso al piso superior. Se cubre con una espléndida bóveda elipsoidal sobre pechinas, barroca, adornada con relieves de la Inmaculada y de diversos santos protectores de la Merced.

La iglesia, es obra de 1530 aproximadamente, de planta de cruz latina con capillas en la nave y cabecera poligonal, hoy dividida su altura. Tenía magníficos techos, mudéjar el de la nave mayor, con tirantes y racimos de mocárabes y alguna nota renacentista. Sobre el brazo del crucero hay que reseñar también buenas armaduras de lazo, y la de la capilla mayor, de planta octogonal, es espléndida, pendiendo de su almizate nueve racimos de mocárabes. El crucero lo cubría una cúpula de madera apoyada en monumentales arcos ojivales con pechinas decorados con escudos de la Orden, cornisa con ornato plateresco y rosetones góticos con racimos de mocárabes en los centros. Fue desmontada y está hoy en los Museos del Patronato de la Alhambra. La portada, obra del siglo XVII, demolida en 1860, encerraba su arco entre cuatro columnas dóricas estriadas que soportaban un segundo cuerpo de orden corintio, con frontón con las armas de los mercedarios y varias esculturas.


El Convento de la Merced Calzada se fundó en 1492, bajo el patronato de los Reyes Católicos, para la redención de cautivos, y estuvo instalado en un primer momento en el Hospital de San Lázaro, hasta que en 1514 se le cedió por el Ayuntamiento un corral de ganados y el matadero del Albaicín, que ocupaba el sitio actual, labrándose en él la Iglesia y el Convento, que después de la exclaustración fueron destinados a cuarteles.


El convento de la Merced, sede del Gobierno Militar de Granada, fue construido desde 1514. Conserva un claustro de treinta y seis arcos del siglo XVII y una escalera con cúpula barroca elíptica. Su iglesia, con planta de cruz latina, conserva parte de sus armaduras de lazo mudéjares.

Patio y claustro del antiguo Convento de la Merced
Puerta de entrada al actual Cuartel Militar
       
     
  •    Convento de la Santa Cruz ---- Colegio Mayor Santa Cruz la Real
El Convento de Santa Cruz La Real, era el más importante, rico y grandioso de toda Granada; sin duda, esto se debía al claro trato de favor que los Reyes Católicos dispensaron siempre a la Orden de Santo Domingo, en agradecimiento por sus servicios prestados en la corte.  Fue éste uno de los primeros monasterios nacidos tras la Toma, y para remarcarlo, fue erigido sobre la antigua y poderosa Mezquita de Al–Hatar de al–Fajjarín.

Apenas un año después de las capitulaciones, en 1493, el dominico Fray Alonso de Valiza tomó posesión de la mezquita, y de una gran porción de las huertas de la Almanxarra y Geninataubín, con sus almunias nazaríes –como el Cuarto Real de Santo Domingo–. Esto supuso que la Orden dominica se enriqueciera hasta llegar a ser la más rica de la ciudad, en el siglo XVI.

El primer conjunto monástico respondió al estilo gótico tardío. Más tarde, tras el Concilio de Trento, se le añadieron aportes renacentistas y barrocos. Al respecto el monasterio conserva aún de su etapa barroca un gran patio claustral ajardinado, llamado de los Naranjos. De este patio se conserva lo esencial aunque se han perdido las cancelas del claustro y la fuente monumental que ocupaba su centro. Las rejas se usaron para hacer balas en tiempos de la invasión napoleónica y la fuente barroca de los Cuatro Leones, se instaló entre el paseo del Salón y el de la Bomba. Ornamentalmente sencillo pero lleno de elegancia, se estructura en dos pisos con galerías abiertas de estilo serliano, con arcos  romanos y columnas de orden toscano. Este patio (visitable) constituye un auténtico remanso de paz, cuajado de rosales, cítricos y grandes magnolios.
Tiene dos escaleras, de gran interés: la principal de tipo imperial, y la auxiliar; destacan en ambas sus bóvedas decoradas.

En un lateral del patio, destaca una magnífica escalera monumental de tipo imperial, la primera en su clase construida en Granada. El tipo imperial se caracteriza por contar con un tramo de ida y dos de vuelta (en su parte intermedia la escalera se bifurca). La portada principal, abajo, es un grandioso pórtico de cantería, con un arco clásico central, con las iniciales coronadas “F” e “Y” (alusivas a Fernando e Isabel) en las enjutas; a los lados del arco central, se abren puertas rectangulares decorativas, con los otros emblemas de los Reyes Católicos, el yugo y las flechas. 

La cubierta de la escalera es una magnífica cúpula fingida de media naranja, obra barroca del siglo XVII, decorada con gran profusión de yeserías polícromas, motivos heráldicos, mascarones mitológicos, querubines, cartelas y frutas (sandías, uvas, granadas,...).

La otra escalera, algo más modesta (siglo XVII), se ubica junto a la Sacristía.

Escalera tipo imperial con arco
con las iniciales de los Reyes Católicos
Cúpula barroca del siglo XVII,
 en la escalera
    



Este complejo monástico dominico ha pasado, a lo largo de su turbulenta historia, por toda clase de avatares: fue utilizado durante la invasión francesa como cuartel de caballería y cárcel; tras la desamortización  de Mendizábal (1835) perdió la mayor parte de sus dependencias originales, y se destinaron muchas a locales para el Liceo Artístico y Literario y a Museo de Antigüedades, a finales del siglo XIX, se amplió el convento –destruyendo el Claustrillo y el Noviciado– para acoger el nuevo Colegio Preparatorio Militar, obra que nunca se terminó. Entre 1893 y 1920, el lugar fue también cuartel de artillería. En fecha reciente se firmó el acuerdo de restitución y los religiosos pudieron regresar a su viejo convento, reinaugurado como centro teológico y colegio mayor, actividad que prosigue en nuestros días con éxito. Una historia así, marcada por tantos cambios de función, ha implicado, por lógica, la modificación del aspecto original del inmueble.

Cúpula de la iglesia desde el claustro
Espadaña de la iglesia desde el patio
            

En el centro del patio se encontraba entonces una gran fuente, la Fuente de los Cuatro Leones, de mediados del siglo XVII y trasladada a mediados del siglo XIX.

La Fuente de los Cuatro Leones hoy es el centro de una glorieta ajardinada entre el Paseo del Salón y el Paseo de la Bomba. El conjunto está elevado sobre tres gradas de piedra de Elvira, el mismo material que el resto de la fuente. Su nombre está relacionado con los animales que aparecen sentados sobre altos pedestales cúbicos y sostienen la gran pila superior. Cada animal pisa una figura distinta: el que mira al oriente, peces fantásticos; el del norte, rostros femeninos; en jabalís o cerdos poco definidos está apoyado el león que mira hacia el oeste y en osos alados el del sur. Los leones expulsan el agua de la fuente por la boca y soportan sobre sus cabezas el peso de la fuente.

Hoy, en cambio, ocupa el centro del patio una pequeña fuente.

Fuente de los Cuatro Leones

         
                                                 Patio central de naranjos y claustro

  •    Convento del Carmen ---- Ayuntamiento
El Ayuntamiento comenzó siendo el Convento del Carmen, por eso la plaza donde se encuentra se llama Plaza del Carmen y fue cedido por el Estado al Ayuntamiento en 1848.

Su origen está ligado, a la orden conventual del Carmen Calzado, cuyo establecimiento en la ciudad se produjo en 1552, aunque no fue hasta 1572 que se trasladó junto al puente del Álamo y a una antigua ermita dedicada a Nuestra Señora de la Cabeza. La construcción conventual y su iglesia fueron levantadas entre finales del siglo XVI y el primer tercio del XVII. En primer lugar, se construyó un primer claustro porticado, ámbito desaparecido que sería conocido como el “claustro viejo” y que ocupó el espacio donde hoy se abre la plaza del Carmen. Por su parte, la fábrica de la iglesia, que ocuparía el frente trasero hacia la calle Lepanto, no se concluyó hasta 1627. Entre tanto, el edificio fue ampliado entre 1619 y 1622 con la construcción de un claustro principal, el llamado “claustro nuevo”, de mayor tamaño que el primero. Ésta es la única parte del edificio conventual conservada, convertida en patio del Ayuntamiento.

Tras su desamortización, la iglesia fue demolida a partir de 1837, aprovechándose sus materiales en las primeras, aunque pronto interrumpidas, obras del embovedado. En cuanto al convento, fue cedido en 1848 por el Estado al Ayuntamiento con el fin de trasladar a él las Casas del Cabildo. Ante la escasez de fondos para acometer las obras de adaptación del edificio, el Ayuntamiento tomó la decisión de derribar el claustro viejo con el objeto de reducir los costes de la intervención, destinándose sus terrenos a la urbanización de una nueva plaza que sirviera de marco representativo y destinándose los materiales de derribo a las obras del embovedado entre el puente de la Paja y el propio edificio del Carmen. Dicha operación de derribo fue llevada a cabo en 1857, mientras que la inauguración del nuevo Ayuntamiento se produjo un año después.

En ese mismo año, se iniciaron las obras de reforma del edificio, llevadas a cabo entre 1858 y 1861. A comienzos del siglo XX, se remodeló la fachada y se construyó la escalera monumental de acceso a la planta noble, en 1920 se acondicionó el interior y en 1935 se levantaron nuevas dependencias en el solar de la iglesia.

Las últimas obras de acondicionamiento del edificio han consistido en la restauración del claustro en 1990 buscaba devolverle en parte su aspecto conventual original; y  las reformas de la fachada en 2002, cuyo conjunto ha sido pintado con un tono gris claro, utilizándose uno más oscuro para resaltar los detalles arquitectónicos.

Recorriendo la fachada por la calle Mariana Pineda destaca la presencia del único elemento arquitectónico exterior que ha pervivido del convento del Carmen Calzado, y que ha sido puesto en relevancia tras las restauraciones de 1990. Bajo un arco de descarga se abre una portada adintelada en piedra gris de Sierra Elvira, la cual presenta un friso con ornamentación vegetal, a la manera de un tronco de palmera, y una cartela central de diseño manierista.

La fachada del Ayuntamiento se organiza mediante un vano central con balconada superior, que separa a cada lado tres calles de huecos articulados en semisótano, baja y planta noble. Los seis vanos del semisótano son pequeños respiraderos abiertos en un paramento almohadillado sobre zócalo continuo, mientras que los correspondientes a la planta baja son ventanas recercadas. Una amplia imposta separa los dos cuerpos del inmueble. Los seis huecos del cuerpo superior son balcones sobre ménsulas, coronados por frontones triangulares. Sobre la cornisa de este cuerpo se dispone un ático con paramento apilastrado de remate.

La portada también está dividida en dos cuerpos, constituyendo el inferior la puerta de acceso de medio punto con diseño almohadillado a los lados de las jambas y en las dovelas del arco. El superior, flanqueado por pilastras y provisto de amplia balconada abalaustrada sobre ménsulas pareadas de talla vegetal, se corona con frontón curvo.

Desde la remodelación de inicios del siglo XX, la fachada estuvo coronada por una torreta que albergaba un reloj circular y el escudo municipal; pero este remate fue eliminado en 2002 al quedar dispuesto todo el ático superior como un cuerpo corrido. El escudo municipal se ha situado bajo el balcón principal y, sobre éste, se ha colocado la esfera del reloj. Finalmente, sobre la parte central del ático se ha alzado la estatua ecuestre de “El instante preciso”, representa a un jinete con los ojos vendados que monta sin silla, con la mano izquierda agarra la brida y en la derecha sujeta una bola dorada como las que pisan las patas izquierdas del caballo. La obra, según el autor el tarifeño Guillermo Pérez Villalta, simboliza un momento de felicidad plena.

Fachada del Ayuntamiento
Estatua ecuestre de “El instante preciso”,
de 2002
    

El patio, antiguo claustro principal del Carmen Calzado, se estructura en torno a un pórtico de columnas toscanas de piedra de Sierra Elvira, las cuales sustentan arcos de medio punto de dovelaje resaltado. Tramos de bóvedas vaídas por cada arco cierran el techo de la galería inferior. El piso superior es abalconado, separándose los vanos por pilastras toscanas, que sostienen un entablamento de triglifos y metopas con decoración de granadas. Este piso es el que más transformaciones ha experimentado, dado que originariamente dispuso de menos balcones, al alternarse éstos con óculos, que fueron cegados a mediados del siglo XIX al habilitarse el inmueble como sede consistorial. Desde entonces este piso quedó articulado con tres balcones en cada lado del patio, hasta que, en la restauración de 1990, se abrieron nuevos huecos. Por último, señalar que en el frente opuesto a la reja de acceso, se conserva la estela, ya comentada, que hace referencia a la conclusión de las obras del embovedado en 1884:

” La ciudad de Granada costeó estas obras del embovedado del rio Dauro las que se principiaron en el año 1854 y finalizaron en  el 1884”.

El edificio actual conserva en su interior interesantes lienzos entre los que destacan dos retratos de los Reyes Católicos, las mazas de plata de los morteros de la ciudad fechadas en 1619, la caja, jarros, tinteros y campanillas del siglo XVII, el escudo de la ciudad, bordado de imaginería regalado al Concejo en 1493 por la Reina Isabel la Católica y el Estandarte Real, de damasco rojo, con el escudo de los Austrias bordado en el centro, hecho para la proclamación de Felipe IV en  1621.

Patio porticado del Ayuntamiento
Detalle de los faroles granadinos
en el claustro del patio
        

  •        Convento de Trinitarios Calzados ---- Plaza de la Trinidad
Ocupaba todo el solar el Convento de Trinitarios Calzados. Su construcción se inicia en 1517, en la zona cercana a la puerta de Bibalmazán, sustituyendo a una ermita construida por un grupo de sastres (Visitación de Nuestra Señora).

Se organizó de la siguiente forma: la iglesia conventual, situada en la esquina de calle Mesones, en la que se situaba la única puerta de entrada al templo. Esta fue la primera fase constructiva, a la que siguieron otras naves que se conformaron en cuadrilátero dejando un claustro en el interior. En el centro del claustro se situaba la misma fuente que actualmente observamos, aunque sin la taza superior añadida posteriormente.

Al igual que con otros edificios religiosos de la ciudad, su principal perjuicio se produce con la invasión de los franceses, y terminó por certificar su defunción la desamortización de 1835. Posterior a ella, el edificio tuvo una serie de usos la mar de curiosos: primero oficinas y almacenes de Hacienda, desprovista para ello de su torre, y después adaptada como "Circo de Equitación". También almacén de libros o escenario de teatro siguieron en la variedad de funciones de esta construcción, que finalmente y debido al abandono continuado, muchos de sus elementos fueron deteriorándose hasta el punto de amenazar ruina en la mayor parte del edificio. Al ayuntamiento en aquéllos momentos le interesaba el derribo, pues conseguía así sus pretensiones de alineación de la calle Mesones con el entorno, y la continuación de las calles que hoy desembocan en la plaza. Ya en 1897 pasa a formar parte como espacio público, momento en el que se concibe y diseña la actual plaza.

Ahora ocupada por vegetación conformando paseos diagonales y arboleda,  algunos kioskos y bares de tapas, sumado al hecho de estar situado en pleno centro de la ciudad y cerca de la facultad de Derecho, son ingredientes que aseguran el incesante paseo de multitud de personas.

Con su fuente en el centro de la que salen radios hacía varias calles, la Plaza la Trinidad marca el inicio de la “ciudad vieja” , con sus calles hacia los mesones y hacia la alhóndiga, haciendo del pasado medieval un presente comercial y moderno. 

Al viejo convento que se localizó en ella, solo lo recuerda la fuente octogonal del siglo XVIII.

Fuente del siglo XVIII
Fuente del antiguo Convento de Trinitarios Calzados
en el centro de la Plaza de la Trinidad
                

   




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