- Convento de Santa Paula ---- Hotel Santa Paula, en Calle Gran Vía de Colón, 31,
El convento jerónimo fue erigido
en 1513 para fomentar la cristianización de esta área urbana, próxima a la
calle Elvira islámica. Si hacia la Gran Vía presenta un aspecto pulido, con
leves retoques neoplaterescos –en las ventanas–, la parte trasera (calles Santa
Paula y Portería de Sta. Paula) conserva aún vestigios de su pasado monástico,
como la bella portada renacentista.
El antiguo convento se implantó
sobre un conjunto de casas, algunas de las cuales se incorporaron al convento,
por lo que conserva en su interior restos de casas moriscas del siglo XI, con
elementos originales (patio, alfarje, capiteles califales).
La antigua iglesia sigue el
modelo tipo cajón, cubierta con una armadura octogonal sobre pechinas
aveneradas y una interesante capilla mayor. En su interior se encontraban las
sepulturas de sus fundadores y de diversas religiosas que lo habitaban que van
desde el siglo XVI al siglo XX.
Al abrirse la Gran Vía de Colón,
el convento perdió su huerto y se le dotó de una fachada historicista.
El Hotel Santa Paula se organiza
alrededor de un patio con capiteles califales en cuyo entorno se encuentra el
claustro central del Convento del siglo XVI y el restaurante “El Claustro”,
ubicado en el refectorio del antiguo Convento de Santa Paula conservándose la
estructura original.
La Granada burguesa, la cristiana
de la Reconquista y, por fin, la nazarí deambulan por esta adaptación. La
geometría espacial y el minimalismo de la entrada, hermanados con el claustro
renacentista y la capilla, hoy convertida en sala de reuniones, al igual que el antiguo coro.
Fachada del Hotel Santa Paula |
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Detalle de las ventanas de la fachada |
Patio del antiguo Convento de Santa Paula con la espadaña de la iglesia |
Portada renacentista del antiguo Convento de Santa Paula por la calle Santa Paula |
- Convento de San Francisco ---- Parador de San Francisco
Parador de San Francisco, sobre
el convento de San Francisco, instituido por voluntad real en 1.494 sobre un
palacio nazarí, el palacio de los Infantes de Muhammad III (1303-1.309). Tras
la Desamortización de Mendizabal los franciscanos abandonaron el monasterio en
1.835 siendo utilizado como cuartel en el siglo XIX, se recuperó de su ruina
absoluta entre 1.927 y 1.936, para convertirlo en residencia de Pintores
paisajistas. Más adelante en 1954 se instaló el actual Parador Nacional de
Turismo.
Del convento queda el claustro de
dos plantas con arcos soportados por columnas de mármol. En la planta baja se
han instalado salones y uno de ellos es la conocida como sala Árabe, restos del
palacio musulmán. La acequia original nazarí atraviesa el patio del claustro.
En la planta superior estaban las celdas de los monjes que son las actuales
habitaciones del Parador.
Antes de entrar al Parador hay un
gran patio exterior con empedrado granadino y una pequeña fuente y un pilar, y en el interior hay dos patios con sus fuentes en el centro y el típico pilar adosado a la pared. tienen magníficas vistas al Generalife.
Antiguo Convento de San Francisco, hoy Parador Nacional
Patio interior con alberca árabe y fuente central
Al lado está lo que se llama Parador Museo, aquí se encuentra un rincón, hoy conocido como Patio de Isabel la Católica.
Del palacio árabe se conserva un espléndido mirador en la crujía septentrional con vistas al Generalife, delante de dicho mirador hay una maravillosa cúpula de mocárabes como las que extendió por la Alhambra Muhammad V lo que nos hace suponer que este sultán modificó el palacio árabe, el arco de entrada y los arcos correspondientes a los tres lados restantes conservan inscripciones del lema nazarí y alabanzas a Muhammad V. Debajo de la cúpula se encuentra las tumbas provisionales de los Reyes Católicos, pues se enterraron en este lugar hasta 1521 en se trasladaron a la Capilla Real. Las yeserías se asemejan a las de las salas de las Dos Hermanas y de los Abencerrajes.
El 12 de octubre de 1504, Isabel la Católica dictó testamento en Medina del Campo (Valladolid). En el documento expresaba su voluntad de ser sepultada en este modesto convento. Al cabo de un mes, el 16 de noviembre, la reina expiró y a los pocos días el cortejo fúnebre inició un penoso viaje de 23 jornadas, con fríos intensos y lluvias torrenciales que desbordaban ríos y arrastraban puentes. El cuerpo fue sepultado en este mismo lugar el 18 de diciembre.
Patio de Isabel la Católica |
Lápida donde estuvieron enterrados los Reyes Católicos hasta 1521 |
- Convento de la Merced ---- Cuartel Militar, calle Acera de San Ildefonso
Edificio del siglo XVI-XVII
compuesto de iglesia y convento. Este último posee un claustro de grandes
dimensiones que data de la primera mitad del siglo XVII. Tras un jardín
anterior se llega al gran zaguán y de allí se pasa al claustro, que es
cuadrado, peristilado en sus cuatro lados, con treinta y seis arcos de medio
punto soportados por columnas de mármol de Sierra Elvira en cada lado. Gran
fuente central y jardines. El piso superior está formado por ventanas con
antepechos de ladrillo. Todos los huecos están enmarcados por paños del mismo
material. Frente a la entrada está la escalera, en piedra, monumental, de tres
tramos, con acceso por dos arcos rebajados sostenidos por pilastras. Tiene
baranda de piedra y termina en un arco carpanel que da paso al piso superior.
Se cubre con una espléndida bóveda elipsoidal sobre pechinas, barroca, adornada
con relieves de la Inmaculada y de diversos santos protectores de la Merced.
La iglesia, es obra de 1530
aproximadamente, de planta de cruz latina con capillas en la nave y cabecera
poligonal, hoy dividida su altura. Tenía magníficos techos, mudéjar el de la
nave mayor, con tirantes y racimos de mocárabes y alguna nota renacentista.
Sobre el brazo del crucero hay que reseñar también buenas armaduras de lazo, y
la de la capilla mayor, de planta octogonal, es espléndida, pendiendo de su
almizate nueve racimos de mocárabes. El crucero lo cubría una cúpula de madera
apoyada en monumentales arcos ojivales con pechinas decorados con escudos de la
Orden, cornisa con ornato plateresco y rosetones góticos con racimos de
mocárabes en los centros. Fue desmontada y está hoy en los Museos del Patronato
de la Alhambra. La portada, obra del siglo XVII, demolida en 1860, encerraba su
arco entre cuatro columnas dóricas estriadas que soportaban un segundo cuerpo
de orden corintio, con frontón con las armas de los mercedarios y varias
esculturas.
Patio y claustro del antiguo Convento de la Merced |
Puerta de entrada al actual Cuartel Militar |
- Convento de la Santa Cruz ---- Colegio Mayor Santa Cruz la Real
Apenas un año después de las capitulaciones, en 1493, el dominico Fray
Alonso de Valiza tomó posesión de la mezquita, y de una gran porción de las
huertas de la Almanxarra y Geninataubín, con sus almunias nazaríes –como el
Cuarto Real de Santo Domingo–. Esto supuso que la Orden dominica se
enriqueciera hasta llegar a ser la más rica de la ciudad, en el siglo XVI.
El primer conjunto monástico
respondió al estilo gótico tardío. Más tarde, tras el Concilio de Trento, se le
añadieron aportes renacentistas y barrocos. Al respecto el monasterio conserva
aún de su etapa barroca un gran patio claustral ajardinado, llamado de los
Naranjos. De este patio se conserva lo esencial aunque se han perdido las
cancelas del claustro y la fuente monumental que ocupaba su centro. Las rejas
se usaron para hacer balas en tiempos de la invasión napoleónica y la fuente
barroca de los Cuatro Leones, se instaló entre el paseo del Salón y el de la
Bomba. Ornamentalmente sencillo pero lleno de elegancia, se estructura en dos
pisos con galerías abiertas de estilo serliano, con arcos romanos y columnas de orden toscano. Este
patio (visitable) constituye un auténtico remanso de paz, cuajado de rosales,
cítricos y grandes magnolios.
En un lateral del patio, destaca una magnífica escalera monumental de tipo imperial, la primera en su clase construida en Granada. El tipo imperial se caracteriza por contar con un tramo de ida y dos de vuelta (en su parte intermedia la escalera se bifurca). La portada principal, abajo, es un grandioso pórtico de cantería, con un arco clásico central, con las iniciales coronadas “F” e “Y” (alusivas a Fernando e Isabel) en las enjutas; a los lados del arco central, se abren puertas rectangulares decorativas, con los otros emblemas de los Reyes Católicos, el yugo y las flechas.
La cubierta de la escalera es una magnífica cúpula fingida de media naranja, obra barroca del siglo XVII, decorada con gran profusión de yeserías polícromas, motivos heráldicos, mascarones mitológicos, querubines, cartelas y frutas (sandías, uvas, granadas,...).
La otra escalera, algo más modesta (siglo XVII), se ubica junto a la Sacristía.
Escalera tipo imperial con arco con las iniciales de los Reyes Católicos |
Cúpula barroca del siglo XVII, en la escalera |
Este complejo monástico dominico ha pasado, a lo largo de su turbulenta
historia, por toda clase de avatares: fue utilizado durante la invasión
francesa como cuartel de caballería y cárcel; tras la desamortización de Mendizábal (1835) perdió la mayor parte de
sus dependencias originales, y se destinaron muchas a locales para el Liceo
Artístico y Literario y a Museo de Antigüedades, a finales del siglo XIX, se
amplió el convento –destruyendo el Claustrillo y el Noviciado– para acoger el
nuevo Colegio Preparatorio Militar, obra que nunca se terminó. Entre 1893 y
1920, el lugar fue también cuartel de artillería. En fecha reciente se firmó el
acuerdo de restitución y los religiosos pudieron regresar a su viejo convento,
reinaugurado como centro teológico y colegio mayor, actividad que
prosigue en nuestros días con éxito. Una historia así, marcada por tantos
cambios de función, ha implicado, por lógica, la modificación del aspecto
original del inmueble.
Cúpula de la iglesia desde el claustro |
Espadaña de la iglesia desde el patio |
En el centro del patio se encontraba entonces una gran
fuente, la Fuente de los Cuatro Leones, de mediados del siglo XVII y trasladada a mediados del siglo XIX.
La Fuente de los Cuatro Leones hoy es el centro de una
glorieta ajardinada entre el Paseo del Salón y el Paseo de la Bomba. El
conjunto está elevado sobre tres gradas de piedra de Elvira, el mismo material
que el resto de la fuente. Su nombre está relacionado con los animales que
aparecen sentados sobre altos pedestales cúbicos y sostienen la gran pila
superior. Cada animal pisa una figura distinta: el que mira al oriente, peces
fantásticos; el del norte, rostros femeninos; en jabalís o cerdos poco
definidos está apoyado el león que mira hacia el oeste y en osos alados el del
sur. Los leones expulsan el agua de la fuente por la boca y soportan sobre sus
cabezas el peso de la fuente.
Hoy, en cambio, ocupa el centro del patio una pequeña fuente.
Fuente de los Cuatro Leones |
Patio central de naranjos y claustro
- Convento del Carmen ---- Ayuntamiento
Su origen está ligado, a la orden
conventual del Carmen Calzado, cuyo establecimiento en la ciudad se produjo en
1552, aunque no fue hasta 1572 que se trasladó junto al puente del Álamo y a
una antigua ermita dedicada a Nuestra Señora de la Cabeza. La construcción
conventual y su iglesia fueron levantadas entre finales del siglo XVI y el
primer tercio del XVII. En primer lugar, se construyó un primer claustro
porticado, ámbito desaparecido que sería conocido como el “claustro viejo” y
que ocupó el espacio donde hoy se abre la plaza del Carmen. Por su parte, la
fábrica de la iglesia, que ocuparía el frente trasero hacia la calle Lepanto,
no se concluyó hasta 1627. Entre tanto, el edificio fue ampliado entre 1619 y
1622 con la construcción de un claustro principal, el llamado “claustro nuevo”,
de mayor tamaño que el primero. Ésta es la única parte del edificio conventual
conservada, convertida en patio del Ayuntamiento.
Tras su desamortización, la
iglesia fue demolida a partir de 1837, aprovechándose sus materiales en las
primeras, aunque pronto interrumpidas, obras del embovedado. En cuanto al
convento, fue cedido en 1848 por el Estado al Ayuntamiento con el fin de trasladar
a él las Casas del Cabildo. Ante la escasez de fondos para acometer las obras
de adaptación del edificio, el Ayuntamiento tomó la decisión de derribar el
claustro viejo con el objeto de reducir los costes de la intervención,
destinándose sus terrenos a la urbanización de una nueva plaza que sirviera de
marco representativo y destinándose los materiales de derribo a las obras del
embovedado entre el puente de la Paja y el propio edificio del Carmen. Dicha
operación de derribo fue llevada a cabo en 1857, mientras que la inauguración
del nuevo Ayuntamiento se produjo un año después.
En ese mismo año, se iniciaron
las obras de reforma del edificio, llevadas a cabo entre 1858 y 1861. A
comienzos del siglo XX, se remodeló la fachada y se construyó la escalera
monumental de acceso a la planta noble, en 1920 se acondicionó el interior y en
1935 se levantaron nuevas dependencias en el solar de la iglesia.
Las últimas obras de
acondicionamiento del edificio han consistido en la restauración del claustro en
1990 buscaba devolverle en parte su aspecto conventual original; y las reformas de la fachada en 2002, cuyo
conjunto ha sido pintado con un tono gris claro, utilizándose uno más oscuro
para resaltar los detalles arquitectónicos.
Recorriendo la fachada por la
calle Mariana Pineda destaca la presencia del único elemento arquitectónico
exterior que ha pervivido del convento del Carmen Calzado, y que ha sido puesto
en relevancia tras las restauraciones de 1990. Bajo un arco de descarga se abre
una portada adintelada en piedra gris de Sierra Elvira, la cual presenta un
friso con ornamentación vegetal, a la manera de un tronco de palmera, y una
cartela central de diseño manierista.
La fachada del Ayuntamiento se organiza mediante un vano central con
balconada superior, que separa a cada lado tres calles de huecos articulados en
semisótano, baja y planta noble. Los seis vanos del semisótano son pequeños
respiraderos abiertos en un paramento almohadillado sobre zócalo continuo,
mientras que los correspondientes a la planta baja son ventanas recercadas. Una
amplia imposta separa los dos cuerpos del inmueble. Los seis huecos del cuerpo
superior son balcones sobre ménsulas, coronados por frontones triangulares.
Sobre la cornisa de este cuerpo se dispone un ático con paramento apilastrado
de remate.
La portada también está dividida en dos cuerpos, constituyendo el
inferior la puerta de acceso de medio punto con diseño almohadillado a los
lados de las jambas y en las dovelas del arco. El superior, flanqueado por
pilastras y provisto de amplia balconada abalaustrada sobre ménsulas pareadas
de talla vegetal, se corona con frontón curvo.
Desde la remodelación de inicios del siglo XX, la fachada estuvo
coronada por una torreta que albergaba un reloj circular y el escudo municipal;
pero este remate fue eliminado en 2002 al quedar dispuesto todo el ático
superior como un cuerpo corrido. El escudo municipal se ha situado bajo el
balcón principal y, sobre éste, se ha colocado la esfera del reloj. Finalmente,
sobre la parte central del ático se ha alzado la estatua ecuestre de “El
instante preciso”, representa a un jinete con los ojos vendados que monta sin
silla, con la mano izquierda agarra la brida y en la derecha sujeta una bola
dorada como las que pisan las patas izquierdas del caballo. La obra, según el
autor el tarifeño Guillermo Pérez Villalta, simboliza un momento de felicidad plena.
Fachada del Ayuntamiento |
Estatua ecuestre de “El instante preciso”, de 2002 |
El patio, antiguo claustro
principal del Carmen Calzado, se estructura en torno a un pórtico de columnas
toscanas de piedra de Sierra Elvira, las cuales sustentan arcos de medio punto
de dovelaje resaltado. Tramos de bóvedas vaídas por cada arco cierran el techo
de la galería inferior. El piso superior es abalconado, separándose los vanos
por pilastras toscanas, que sostienen un entablamento de triglifos y metopas
con decoración de granadas. Este piso es el que más transformaciones ha
experimentado, dado que originariamente dispuso de menos balcones, al
alternarse éstos con óculos, que fueron cegados a mediados del siglo XIX al
habilitarse el inmueble como sede consistorial. Desde entonces este piso quedó
articulado con tres balcones en cada lado del patio, hasta que, en la
restauración de 1990, se abrieron nuevos huecos. Por último, señalar que en el
frente opuesto a la reja de acceso, se conserva la estela, ya comentada, que
hace referencia a la conclusión de las obras del embovedado en 1884:
” La ciudad de Granada costeó estas obras del embovedado del rio Dauro
las que se principiaron en el año 1854 y finalizaron en el 1884”.
El edificio actual conserva en su
interior interesantes lienzos entre los que destacan dos retratos de los Reyes
Católicos, las mazas de plata de los morteros de la ciudad fechadas en 1619, la
caja, jarros, tinteros y campanillas del siglo XVII, el escudo de la ciudad,
bordado de imaginería regalado al Concejo en 1493 por la Reina Isabel la
Católica y el Estandarte Real, de damasco rojo, con el escudo de los Austrias
bordado en el centro, hecho para la proclamación de Felipe IV en 1621.
Patio porticado del Ayuntamiento |
Detalle de los faroles granadinos en el claustro del patio |
- Convento de Trinitarios Calzados ---- Plaza de la Trinidad
Se organizó de la siguiente
forma: la iglesia conventual, situada en la esquina de calle Mesones, en la que
se situaba la única puerta de entrada al templo. Esta fue la primera fase
constructiva, a la que siguieron otras naves que se conformaron en cuadrilátero
dejando un claustro en el interior. En el centro del claustro se situaba la
misma fuente que actualmente observamos, aunque sin la taza superior añadida
posteriormente.
Al igual que con otros edificios
religiosos de la ciudad, su principal perjuicio se produce con la invasión de
los franceses, y terminó por certificar su defunción la desamortización de
1835. Posterior a ella, el edificio tuvo una serie de usos la mar de curiosos:
primero oficinas y almacenes de Hacienda, desprovista para ello de su torre, y
después adaptada como "Circo de Equitación". También almacén de
libros o escenario de teatro siguieron en la variedad de funciones de esta
construcción, que finalmente y debido al abandono continuado, muchos de sus
elementos fueron deteriorándose hasta el punto de amenazar ruina en la mayor
parte del edificio. Al ayuntamiento en aquéllos momentos le interesaba el
derribo, pues conseguía así sus pretensiones de alineación de la calle Mesones
con el entorno, y la continuación de las calles que hoy desembocan en la plaza.
Ya en 1897 pasa a formar parte como espacio público, momento en el que se
concibe y diseña la actual plaza.
Ahora ocupada por vegetación
conformando paseos diagonales y arboleda, algunos kioskos y bares de tapas, sumado al
hecho de estar situado en pleno centro de la ciudad y cerca de la facultad de
Derecho, son ingredientes que aseguran el incesante paseo de multitud de
personas.
Al viejo convento que se localizó en ella, solo
lo recuerda la fuente octogonal del siglo XVIII.
Fuente del siglo XVIII |
Fuente del antiguo Convento de Trinitarios Calzados en el centro de la Plaza de la Trinidad |
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